6.12.10

BLANCA Y RADIANTE (VA LA NOVIA)...



El invierno adelantado trajo consigo una semana de casi continuas nevadas.


Tras el asombro por ver copos de nieve cayendo en las tejas del vecino, tomé mi cámara de fotos y en un arrebato de ansiedad y euforia crucé el umbral en pantuflas y con la bufanda y un gorro de lana en las manos. En la calle me topé con un grupo de niños en trineo que ya jugaba a deslizarse. El veloz reflejo de los pequeños por encontrar en el ático o cuarto de servicio todo el "kit nieve", me recordó a aquel blanco 9 julio en Buenos Aires; Cuando un periodista entrevistaba para la televisión a un grupo de vecinos de Zona Sur, quienes sonrientes levantaban en alzas a un perro siberiano del barrio mientras otras elegantes señoras lucían sus botas de pre-ski para ir a comprar la pizza del domingo.

No obstante, al llegar del trabajo, Simón fue en busca de su trineo. El asombro al ver que bajaba la escalera con ese juguete de tamaño natural, fue de tal magnitud, que hubiera querido estar adentro de un iglú cocinando un pescado y abrigada con una piel de oso cómo para terminar la postal. Partimos hacia el bosque. Como era de esperarse, las horas de luz se habían llevado a todos los colegas de juego de vuelta a sus casas; Entonces eramos sólo nosotros entre los árboles y las pequeñas colinas. El suelo era un manto blanco, la luz de la luna se reflejaba en la nieve e iluminaba todo a su alrededor. En sólo unas horas el paisaje había cambiado completamente. En todo Holanda estaba nevando.






Aprovechando unos días libres y con motivo de festejo del cumpleaños del padre de Simón, nos fuimos a pasar el fin de semana a la playa. En el nuevo jardín de mis suegros también caía nieve, mucha por cierto. En sus árboles, ellos pusieron casitas de madera para los pájaros (todo un vecindario), los animalitos duermen ahí y también ponen sus huevos. Hay mucha gente en Holanda que protege a la fauna del invierno, de hecho hay un amplio catálogo de casitas para todo tipo de animales e insectos. Los pajaros aqui son bien gordos, cuando se paran en las ramas los árboles quedan por unos instantes agitándose de un lado a otro. Desde la ventana pueden verse los famosos "blackbirds", unos que se llaman "Rey del invierno", pájaros carpinteros y otros chiquititos con el pecho colorado. Cómo para terminar la escena bucólica del jardín en Zeeland, un ciervo apareció entre los árboles buscando algo de pasto mientras nosotros, extasiados, lo mirábamos sentados desde el living.

En Zeeland hicimos un muñeco de nieve al que tuvimos que armar con ayuda de una escalera. Tras el esfuerzo por superponer una y otra pelota suspendimos el proyecto por unas horas, con la idea de continuarlo al día siguiente. Lamentablemente la temperatura subió durante la noche y por la mañana sólo encontramos los cimientos de aquel hombre. Despedimos al cadáver, a los animales, la familia y el jardín y volvimos a casa via Rotterdam.

En el pueblo la nieve también comienza a irse, ahora todo está resbaladizo; De hecho el otro día, cómo buena amateur, vi el piso bien de cerca. En los jardines de las casas la gente arma sus muñecos la vida en bici continúa y las fiestas están cada día más cerca...




Enano que no ve...


A la mañana siguiente, sin nieve








MISCELANEA




Chubaka te dice: ¡Hasta la próxima!




3 comentarios:

  1. Que lindo!!! Es de cuento, Vir!!!! Qué alegría verte corretear por la nieve! Beso enorme

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  2. Jajajaj, sos muy genia! Me encanta leerte.

    Abrazo pegajoso y caluroso.

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  3. ¡Ey! Gracias. Que lindos los comentarios de las dos. Si, es de cuento, vieron? Casi cómo una cajita de música de esas que adornan la navidad. ¡Besos grandes y helados!

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Comentarios