¿Cuál es el medio de transporte de los holandeses? La bicicleta.
Asique lo primero que se tiene que tener es una bici. Aunque sea prestada. Hasta conseguir una en segunda mano, en lo posible que no sea robada. Tener una bici es como tener un par de zapatos, de hecho, los precios son similares. En todas las estaciones de tren hay guarda-bicicletas: a veces son como lockers gigantes, a veces son garages de tres pisos techados o descubiertos. Si la bici se rompe, se deja a un costado del camino. Si se quiere soldar, se suelda. El punto es contar con una para poder transladarse. Existen infladores gigantes en las estaciones de tren (no siempre funcionando). Todo Holanda puede recorerse por bicicenda y los niños de cuatro años van al jardín en su propia bici (¡sin rueditas extra!) junto con su mamá y sus hermanitos. También pueden anexarse carros para transladar niños (¡hasta bebés!) y/o animales. No puedo imaginar un holandés que no sepa andar en bici y hay clases particulares para las mujeres musulmanas que vienen a radicarse al país. Todas la generaciones van y vienen por los caminos perfectamente asfaltados, con semáforo y carteles indicadores especiales.
Así fue que en bici partimos para Amersfoort. Allí comimos papas fritas con mayonesa (típico "Dutch", ya lo dijo Samuel Jackson en "Pulp Fiction") y paseamos por esta pequeña ciudad medieval construída en forma semi circular para proteger al castillo central. En Amersfoort abundan los canales y los puentes, al igual que en toda Holanda. Una gran porción del país está construída con terreno ganado al mar, entonces, para que el país no quede bajo el agua los holandeses desarrollaron un sistema de diques y canales para manipular el ingreso y egreso de aguas en la tierra... Creo que hay un solo subte en todo el país.
En el camino encontramos un león leyendo; Un bar con pares de botas texanas colgando del techo; El centro geográfico del país, señalado con los una X y una Y de acero en el suelo; Un señor sentado en el aire; Y al igual que en toda Holanda, muchas casas con los nombres de sus habitantes pintados en las puertas, o en placas grabadas junto al botón del timbre, o (en las casas más modernas) grabadas en el vidrio... Una gran curiosidad, se puede saber (con nombre y apellido) quién vive en ese sitio con tan solo pasar por su puerta.
Bueno, y así es...ahora estoy en una tienda estilo Falave-lla. En el piso de arriba (es sólo PB y 1º) hay una cafetería (no deprimente, muy luminosa). Un señor de unos 70 años me habla en holandés, le digo que no hablo el idioma. Automáticamente comienza a hablarme en inglés. Aquí todos hablan inglés y no tienen que pensar demasiado, directamente cambian el idioma.
Sólamente los pintores, que llevan dos semanas trabajando en la pintura externa de la casa, no hablan otro idioma. Entonces, todo es por señas y chapuseo de palabras: "I made a tee for you", "Oh! Dank je wel" y otras cosas que nunca entiendo. Pero les convido té y galletitas y siempre dejan algunas...a veces las dulces otras veces las de agua...no comprendo bien por qué. El día que empezaron a pintar no habían avisado previamente que vendrían. De pronto, en sueños, empecé a escuchar una voz masculina muy cerca. Cuándo me decidí a girar para mirar vi, del otro lado de la ventana, una cabeza y medio cuerpo vestido de blanco. El hombre disimulaba no haber notado que yo dormía, que estaba ahí y que lo había visto. Ahora ya somos amigos... Igual nadie tan amable como el señor que vino a reparar la calefacción. Me repitió una docena de veces que ante cualquier problema los llamara. Asique, de frio no moriremos.
Hoy está fresco, el día está gris. Muchos holandeses piensan que vengo de un país tropical porque, en mi presencia, suben la calefacción de sus casas y sus autos hasta los 25º. Por el momento, en estas tres semanas, el clima ha sido fluctuante. Días de sol, días de lluvia, días de sol y lluvia. Está fresco tal cual el otoño porteño. Un día cómo hoy pueden disfrutarse los detalles de las construcciones y los tonos rojos, naranjas, verdes y amarillos de los árboles.
Ahora empezó a llover un poquito, no importa, la gente no se guarda. Estoy esperando que Simón salga de trabajar. Al medio día comimos juntos unos sandwiches, no se come "caliente" durante el día y se cena a las 18.30/19 hs.
En esta ciudad hay una tienda exclusiva de Play-mobil, asique me saqué unas fotos feliz y sintiéndome en Dis-ney, con los muñecos gigantes que parecen tener vida propia. Adentro de la tienda hay gran variedad: autos, lanchas, Papás Noeles, parejas de novios, carretas, carrozas, parques, casas, animales, policias, bomberos, camionetas de safaris y unos muñecos lisérgicos con cuerpo de Play-mobil y cabeza de conejo. A partir de los 50 ctvs. pueden conseguirse exemplares.
MISCELENEA
Por último, les dejo una miscelánea comercial que me pareció increible. Una manera ingeniosa para sacarse de encima el stock del verano. ¡Reciclaje señores!.
