7.4.11

LAS REDES DE MARTA



Ante la escasa probabilidad de conseguir ver películas en castellano (y muchos menos traducidas al español), algunas veces acudimos a internet y en baja resolución disfrutamos de un filme. Así conocimos a Marta.

Una noche de luna llena (que recuerdo que estaba llena porque la veiamos desde la ventana) elegimos, en formato pixelado, una película Iraki. Ver cine vía internet es un claro ejemplo para explicar y entender el concepto "Pixelado": poner "Play", y a eso que se ve mal o raro se lo llama "Pixelado"; Las imágenes o foto(gramas) parecen no tener profundidad. Deduzco que la palabra megapixel y/o la pregunta ¿cuántos pixéles tiene tu cámara? ya forma parte del vocabulario cuasi cotidiano. No queremos quedarnos atrás con nuestros megapixéles, mucho menos en una reunión social, en los primeros años de la criatura o en un viaje de turismo.

Volviendo a esa noche; La película Iraki se llamaba "Buscando a Ellis" (o algo así), pero aquello que viene a cuento no es el filme en sí (en unos meses, olvidable) sino la sorpresa que devino de verlo. Cuando los créditos, la información adicional y el logo de Kodak desaparecieron por el lado superior del cuadrante de el monitor y este se volvió de un color negro arratonado (que rapidamente se redujo el centro de una ordinaria pantalla de Web Site para ver pelícuals gratuitas), aparecieron no solo publicidades con trucos visuales sino también los comentarios de quienes habían visto la película (y tenían o querían decir algo al respecto). Y ahí estaba, una pequeña foto de 50x50 pixeles; El rostro y los hombros de una mujer (de una Señora), con su pelo color ceniza y una amplia sonrrisa. El texto decía: "Ayer vi Buscando a Ellis. Me gustó mucho". Solo eso, corto, conciso. Esa señora ayer (o algún día pasado) había visto la película, pero lo sorpresivo era que el comentario había sido enviado al Website "vía Twitter". Marta Pereira ve películas por internet y manda su punto de vista o su simple opinión vía Twitter, es decir, Twitea. Con dulces risas resonando en la habitación, abrazamos a Marta y la felicitamos por estar ayornada, por ser contemporánea a su época.

A la derecha del monitor había una ilustración pintada esa tarde. Simón bautizó al personaje con el nombre de nuestra amiga. Y he aquí a Marta. Fuera de casa. Fuera de redes virtuales. Con la red de la compra sostenida por su antebrazo. Inserta en una sociedad donde Marta cree que los amigos se cuentan con los dedos de una mano, donde no tiene 152 (más tres esperando que acepte su amistad). Donde visita a su mamá dos o tres veces por semana. En el mundo donde sus hijos van a la Universidad o, tal vez, ya sean profesionales. Sonrrojada, Marta no está en Marte. No es tan flaca ni tan linda ni su pelo es tan brillante como quisiera que fuera. Ya no se siente tan joven como lo era en aquellas fotos que le gusta que vean. Ya sabe que la felicidad son momentos y que la vida pasa rápido. Hace tiempo que entendió que no puede cambiar el mundo, sabe que está dispuesta a dar y que espera recibir.

Marta saluda y pide al verdulero una opiníon, quizá, tal vez, un consejo.

Marta espera, elige y compra.






2 comentarios:

  1. www.cuevana.tv todas subtituladas y buena calidad de imagen. Dato de la Jo
    Saludos a Marta
    Beso
    Mechi

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  2. Esta fue por peliculas ID, pero casi...

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Comentarios