30.3.11

NOCHE DE LUJO



En un gesto de generosa amistad, extranjeros amigos de Simón, nos donaron una noche de hotel. Según la promo, una suite de lujo. Con alegría y sincero entusiasmo agradecimos la invitación y marchamos a pasar el fin de semana en la provincia de Friesland, bien arriba, en el borde del país, a pasitos del Mar del Norte.

Tras anunciarnos con total impunidad bajo nombres polaco e irakí (ella polaca, él árabe), y luego de comernos los chocolates con forma de ranita durante la espera, fuimos guiados hasta la habitación. En la última planta del hotel coronando un pasillo sigzagueante allí estaba nuestra suite, la 22. Como dos locos patitos nos sumergimos en nuestro nuevo espacio, sedientos por encontrarnos con un juego de living, un plasma 30 pulgadas, una king size, el desayuno incluído y en cualquier momento, un pollo tocando la puerta, saludando desde la bandeja. Pero, a diferencia de el sueño de las cinco estrellas, y de la connotación subyacente a la terminología hotelera que guarda la combinación "De+Lujo", ante nuestro ojos se hacía presente una modesta habitación, con una tele (normalita) sin control remoto, dos camitas juntitas de plaza y un poquito más, dos sillones (yo ahí no me siento), un frigobar desenchufado y en una mesa, una pequeña despensa con su lista de precios adjunta. Acompañando el cuadro, nada más curioso que la extraña gran perilla para encender y apagar la calefacción central del hotel (conjeturamos esta posibilidad tras una libre asociación entre la rosca y una extraña puerta que sólo Dios sabe de cual espacio nos separa, tal vez la caldera). Según la historia el actual hotel fue un antiguo palacio de la ciudad de Leewaren. Se accede al interior de la construcción luego de caminar cincuenta pasos por una alfombra roja. Desde la ventana de la habitación se puede ver una antigua plaza y las oficinas de la municipalidad que tienen una torre con campanario (electrónico), a cada hora una melodía disonante advierte que en 60 minutos otra melodía disonante taerá consigo una nueva hora.

Si bien la suite no es una suite sino más bien una habitación bonita, una noche de hotel siempre es placentera, pese a que por si mismo uno deba subir las valijas y salir de la cama para cambiar el canal de la TV.

El desayuno lo tomamo en el hotel, comprando lo necesario. De haber tenido ganas de otro café, podríamos haber vuelto al super para otra compra y tomado allí un buen expreso. En todos los supermercados hay máquina de café y agua caliente, como parte del servicio. Simón dice que es cosa de "sin techo" o de viejos (como usar espejito retrovisor en la bici) pero a mi me encanta sacar el vacito, apretar el botón y ahí si, tranqui, elegir el papel higiénico que convenga comprar, si los seis rollos de 10 metros o los cuatro de 15.



Paseando por Leeuwarden también encontramos reminicencias Art Nouveau, en las molduras de los edificios y en sus ventanas, también antiguos carteles publicitarios pintados a mano en las medianeras. Aprovechando los días en el norte paseamos por Groningen, ciudad Universitaria, muy cercana a la frontera con Alemania. Groningen parece otro país, al menos en mi imaginario, tiene mayores vestigios de País Nórdico que las otras partes de Holanda que voy conociendo. Allí visitamos una antigua imprenta y una exposición de Fiep Westendrop, ilustradora holandesa, prácticamente un emblema nacional, junto con las stroopwafels y los famosos zuecos de madera conocidos como "Klompen". Mi par de Klompen todavía no lo tengo, pero crean o no, aqui cada uno tiene sus zuecos, bien útiles para trabajar en el jardín: no entra tierra, protegen el pie y no dan calor. Algunos salen de la casa en zuecos y así como vienen montan la bici, con zapatón y todo. De las stoopwafels puedo contarles que son unas galletas redondas, una mezcla entre waffle y panqueque, relleno con miel o caramelo, comes una y todo bien, como tres y te arrepentís. Se consiguen en todos los supermercados y en los mercados ambulantes las venden calientes, recién hechas y envueltas en papel de cuadraditos blancos y rojos. Yo me quedo con el papel, ando juntando todos antes de que lleguen a mancharse, a veces pido uno de más "alstublieft" (por favor), y bueno, me lo dan, a nadie se le niega una bolsita más. Los papeles que colecciono envuelven las frutas, los quesos, las galletas, el pan, las papas fritas y de Italia traje un envoltorio de porción de pizza. Así vengo recolectando, tengo un payaso haciendo malavares con frutas, una pizza con ojos y boca, una palmera con tomates, una vaguette con la torre Eiffel y el logo de "Le Figaro"...todo mezclado, el tema está en mostrar el producto y algunas de sus posibles adjetivaciones: divertido, fresco, urbano. Los quesos, ya, más dificil, con ratón no pueden estar, entonces, ¿que le anexan?, la bandera. Hormas y hormas de queso con banderas holandesas ilustran los envoltorios en los mercados.



Entiendo con estos papeles que algo se mantiene de la tradición, algo que me recuerda al almacén, el almacén de Amanda, cuando bajaban la lata de boca de dama y con bolsa cubriendo mano derecha y bolsa abierta en mano izquierda completaban los 250 gramos de galletitas, con algunas más de yapa. O cuando Sergio, el de la granja de Morelos armaba la docena de huevos: primero tres y vuelta de papel, después tres más y así hasta completar los cuatro grupos de tres (la docena, ¿soy clara, se entiende?). Los supermercados han cubierto el terreno, y hasta han inventado líneas de productos emulando lo Hecho en casa; Aquí todavía sobreviven los mercados, un día por semana en cada pueblo, algunos puestos venden alimentos, flores, semillas, otros ropas, otros algo de electrónica y otros productos de limpieza. También están los vietnamitas que venden las famosas empanaditas Loempias (tipo empanadita china) y los que frien el pescado (el del local de tortas le tiene hecha una denuncia). Nosotros por nuestra parte estamos aprovechando el advenimiento de la primavera para armar la huerta, ayer planté las semillas, un poco pronto porque todavía está menos 0º por la noche, así es, al frío le gusta quedarse en Holanda, un solo día de sol para mostrar con orgullo los brazos blancos saliendo de la musculosa...Bardo tiene una "amiga", lo viene a buscar cada día y juegan afuera hasta que él pide de entrar para comer y subir a dormir la siesta. Ella lo espera...comportamiento animal, ¿que más decirles?...¡Hasta la próxima!.


Representación de antiguo "motor" para barcos

Antigua página de periódico (¡incunable!)


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Hecho por VIRGINIA con ♥. 
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4 comentarios:

  1. El dilema de qué conviene más si más mts por rollo o más rollos con menos mts es una cuenta más compleja que sacar todos los digitos del número Pi. Qué envidia pode acompañar el debate mental con cafecito a lo holandés homeless.
    Te sigo muchísimo, con el sistema de envoltura de la docena de huevos, siempre me admiró la destreza de como quien no quiere la cosa, empaqueta acaso el producto más frágil de toda compra. Viendo a Maruja, mi versión de Amanda, aprendí a separar dos papeles copiándole su táctica de soplar en las puntas. Gracias por traerme esta imagen de mi infancia.
    Qué lindo leerte! Beso enorme

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  2. Sos preciosa Vir. Quiero ir a verteeeeee.
    En mayo cruzo el charco, y te silvo....abri bien esos tímpanos!
    dani

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  3. Querida Regina, el gesto de Maruja sin haberlo visto lo estoy viendo. Una breve y contundente sopladita acompañada por un gesto casi como un chasquido de dedos (índice+pulgar). El resultado, los papeles separados. Hermosa imagen. ¡Gracias por compartirla! ¡Beso enorme!.

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  4. ¡Hola Dani! ¡Que lindo tenerte por acá! Cruzate en Mayo, aqui estaré. ¿No coinciden con Migue? Imaginate, ¡que banquete!...recordando al puber Cerati y al resto de la banda...

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Comentarios